Este ocho de junio, es la fecha que estableció Naciones Unidas para conmemorar el Día Mundial de los Océanos, para reconocer la importancia que tienen estos ecosistemas, los más grandes y desconocidos del mundo y que son el principal pulmón del planeta y para recordarnos también porque la tierra es conocida como el Planeta azul.
Los océanos cubren más del 70 por ciento de la superficie de nuestro planeta. Su importancia es decisiva para la supervivencia de todas las especies, entre las que nos encontramos los seres humanos. En ellos vive la mayor parte de la biodiversidad de la tierra, y son una defensa vital frente a la emergencia climática que sufre el mundo entero.
Son nuestra fuente de vida, el soporte de la humanidad y de todos los organismos vivos de la tierra. Los océanos que regulan el clima de la Tierra, absorben gran cantidad de dióxido de carbono de la atmósfera, proporcionan al menos el 50 por ciento del oxígeno que respiramos y del alimento que consumimos, hoy, enfrentan amenazas sin precedentes. Han sufrido los efectos de la contaminación, se han convertido en un vertedero de desechos, soportan la degradación de los ecosistemas marinos y sufren una sobrepesca indiscriminada.
El cambio climático, la acidificación y los microplásticos amenazan su salud a un ritmo nunca antes visto. De ahí la necesidad de tomar conciencia sobre lo trascendental que resultan para nuestra supervivencia como especie. Los océanos son clave para la economía, se estima que para 2030, habrá cerca de 40 millones de trabajadores vinculados a los océanos.
Por eso, necesitan más que nunca necesitan nuestro apoyo. Datos de Naciones Unidas señalan que 90 por ciento de las poblaciones de grandes peces han sido mermadas, 50 por ciento de los arrecifes de coral están destruidos y actualmente extraemos mucho más de lo que los océanos pueden reponer.
En septiembre pasado, Greenpeace México, dio a conocer su nuevo estudio, Impacto de la contaminación por plásticos en las Áreas Naturales Protegidas Mexicanas. Los resultados muestran el grado de devastación al que hemos llegado. El plástico agobia no solo a las aguas de México, sino a los principales mares del mundo.
La investigación se realizó en diez populares playas de nuestro país. Y el movimiento global Break Free From Plastics, formado por más de mil 300 grupos civiles que buscan un cambio sistemático en la contaminación plástica, realizó la misma acción en 42 países.
En México hay playas como Mahaual en Quintana Roo y Ciudad del Carmen en Campeche, donde se encontraron hasta 27 mil piezas de plásticos por cada kilómetro cuadrado. El plástico se encontró en el fondo, en sitios arrecifales de Puerto Morelos y Veracruz, donde afectan gravemente a los organismos marinos que ahí habitan.
Esto sin contar con el problema del sargazo, una microalga que contiene elementos tóxicos como arsénico, cobre y manganeso, que en tiempos recientes cubrió las azules aguas del caribe.
Protegerlos y resguardarlos es una prioridad. Urge crear un nuevo equilibrio basado en una verdadera comprensión del océano y de como nosotros, como humanidad, nos relacionamos con él.
Estas enormes masas de agua esconden grandes interrogantes. Conocemos poco sobre sus profundidades, donde podría estar un tercio de las especies que no han sido descubiertas, pues el 95 por ciento del volumen del océano no ha sido explorado. Actualmente es imposible saber cuántas especies lo habitan, lo que si podemos asegurar es que cada vez aumenta la tasa de extinción.
También es difícil conocer el porcentaje exacto de algún tipo de protección que tienen nuestros océanos. Una visión optimista de Naciones Unidas, preveía que para 2020 por lo menos diez por ciento de los océanos del planeta estarían protegidos.
Cuidarlos es compromiso de todos. Los océanos están lejos de las ciudades, cierto, pero sus beneficios llegan hasta acá. El corazón de nuestro planeta nos está pidiendo ayuda. Simples acciones como no tirar basura cuando visitemos una playa, pueden provocar grandes cambios.