“Sin miedo al éxito, papi” es una frase que ha hecho eco en todos los rincones del país y ha sido adoptada por más de uno.
El autor de esta frase y de otras como “Ira, uuuh, la, la chulada; «Ora, otra vez pa’arriba, limpio, eso; piensa en tu nena, en tu ex; échale solo muñe, agárrese machín, es sin miedo al éxito, eres el perrote mayor, agárrate mijo», Paul Villafuerte, se ha convertido en una fuente de inspiración para los jóvenes de su barrio y de otras latitudes.
Con una sola pierna, Paul entrena duro en Barras Praderas. En Naucalpan, Estado de México, uno de los municipios con más delincuencia en la entidad, se ubica este gimnasio callejero que promueve la actividad física para rescatar a jóvenes de las drogas y la delincuencia.
La falta de dinero para pagar un gimnasio, la constante discriminación de la que era objeto por su discapacidad, se convirtieron en las principales motivaciones de Paul, primero para salir adelante de la depresión y las drogas y luego para darle vida a “su” gimnasio, prácticamente de la nada.
“Cuando pusimos esto fuimos a la chatarra, ese es el primer tubo, es ese, la chimuela, son tuberías de agua, este tubo lo compré y no me lo querían vender, yo no tenia dinero, a mi llegaban los partidos políticos pero que me pusiera la playera y no, no creo en ellos, yo tenía que ir a la chatarra a decirles ¿regalarme este fierro, no? ”
Un lote baldío, que era utilizado por el vecindario de Praderas de San Mateo como basurero, fue transformado gracias al esfuerzo de Paul Villafuerte, que hizo de la chatarra, tuberías y fierros aparatos de ejercicio para convertirlo como él le llama “El Valle del Mamado”.
En cada oportunidad que tiene, y tras un ejercicio bien logrado, alienta a los jóvenes que asisten al gimnasio que abrió en 2014 y al que regularmente asisten cerca de mil personas.
“A mi lo que me gusta es que, escuchar las palabras que a mi no me dijeron mis papás, te quiero, te amo, a mi nunca me han dicho mis jefes, te quiero, estoy orgulloso de ti, por eso yo le digo a los chavos, estoy orgulloso de usted hijo, esta bien mamado, se ve bien, de ve chido, hasta ahorita me lo dice la banda, pero nunca me dijeron”.
Además de ejercitarse diario durante dos horas, Paul, es entrenador de todos los que acuden al “gimnasio más famoso de México y el mundo a que practiquen deporte” y el principal motivador con sus singulares frases:
“Cotorreábamos, en la cima del éxito, aquí estuvieras mi amor, esa fue la que me llevó hasta arriba, ya la de sin miedo al éxito fue porque la gente te decía ¿a poco si lo haces? A huevo, me retaba la gente, a huevo, porque les decía claro que puedo, yo no le tengo miedo al éxito y al chile desde la cima y todo lo he hecho y a la gente le decía, súbete sin miedo al éxito, no pasa que te hagas famoso y lo grababa y a la gente le latía”
Villafuerte también tiene el objetivo de especializarse como instructor además de estudiar la preparatoria y la universidad.
“Quiero lograr más metas, yo soy muy ambicioso, conseguir más triunfos de forma grupal, no para mi, para uno es fácil, ganar para mi para mi, pero ver a los chavos , hacer el gimnasio más grande, estar más mamado, es que es paso por paso, se va dando la vida”.
Paul con sus Barras Pradera cuenta con millones de seguidores, ofrece pláticas y entrenamientos, recientemente recibió la medalla al mérito deportivo 2019 por la promoción del deporte popular y de alto rendimiento por el Congreso de la Ciudad de México, reconocimiento que asegura, no tiene tanto valor como el de apoyar a los jóvenes en el deporte y ser recordado como una persona que da sin recibir nada a cambio.
“Mi forma de ver las cosas es ayudar a la banda porque lo único que queda es el recuerdo, la forma en que se expresan de ti, es como dice el dicho, acuérdate que no te mueres en el hospital, no te mueres cuando una víbora venenosa te muerde, no te mueres cuando te meten un balazo, ya realmente te mueres cuando te olvidan y yo lo que quiero es que me recuerde la gente”